La Semana Santa ya es sólo un recuerdo, amargo en muchos casos y absolutamente unánime en las sensaciones que finalmente nos dejó.

Hemos vivido posiblemente la peor Semana Santa de nuestra historia, con la lógica excepción de los años de pandemia, porque la meteorología se empeñó desde el Domingo de Ramos en truncar casi todas nuestras ilusiones. Aún así, las cofradías supieron estar a la altura y todos los cofrades también, ya que a pesar del desánimo, Jerez supo un año más abrirse a todos y demostrar que es una ciudad acogedora y feliz.

Desde ya comenzamos a trabajar en la Semana Santa de Jerez 2025, en el deseo de que el Señor sea magnánimo con nosotros y nos permita vivirla en todo su esplendor.

¡Gracias a todos!